VIGILIA nace ante la pregunta de cómo fotografiar Egipto bajo la
misma visión con la que trabajé en Venecia. Sentía en ambos lugares que mi decepción
por el Hombre quedaba anulada ante la perfección del trabajo humano. De ahí mi
emoción y la necesidad de crear mi propio relato.
Mis imágenes surgen del no-sueño, del tiempo que se evapora en la noche,
de la luz cegadora de las ilusiones.
A través del presente surge una historia abierta al pasado ideando formas, paisajes, que me hubiese gustado protagonizar.
Yo, que viajo sin dioses
zarandeado ahora por su inexistente fragancia
reconozco en tus rasgos pétreos,
la perfecta imagen del alma.
Desde tu ausencia me llamas
fragmentos de lágrimas paralizan mis ojos...
Antonio Blanco Otero